Si el oficialismo provincial del Partido Justicialista pensaba que la dirigencia de Justo Daract estaba solamente dispuesta a concurrir para escuchar órdenes y bajadas de línea, la lectura fue otra vez, incorrecta.
Lo único que unió a la dirigencia de Justo Daract, es el rechazo total a la imagen de Dominguez, quien afronta dias dificiles como intendente duramente cuestionado por corrupción.
El cabildo entró en cuarto intermedio, muy a pesar de Alberto ( que caminaba por los techos masticando bronca) y Adolfo ( que no veía la hora que esto terminara para asistir a la Rural).
Ahora bien, si este será el resultado de los demás cabildos planificados, dudamos mucho que el de Villa Mercedes se realize en un tiempo mediato. No creemos que la cúpula partidaria esté preparada para afrontar duros cuestionamientos por parte de la militancia, que se encuentra cansada de las políticas gubernamentales que la han marginado totalmente de la construcción política.
Más que un cabildo para la discución, la militancia lo va a tomar como la oportunidad para hacer oir su voz. Y es esta voz la que no va a caer bien en los oidos de la conducción acostumbrada a las voces obsecuentes y aduladoras.
Bien por la dirigencia daractense, veremos que pasa cuando nos toque a la dirigencia de Villa Mercedes que pasa.
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